22/06/2016
La boda de Jose y Rocío fue especial. La alegría inundaba todo desde el primer minuto en las casas de nuestros novios. El coro rociero ya sorprendió a Rocío nada más salir de casa con un momento... ¡super emotivo! Una vez en la Iglesia de San Valero, en el Barrio de Ruzafa, las sonrisas se convirtieron en mariposas y en intercambio de anillos, entre guitarras y los versos del coro, puso la guinda a una mañana de emociones. El arroz se fundió con la tuna y con los compases rocieros que nos hiciero bailar a todos, ¡y a los novios aún más!